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Defender los derechos sexuales y reproductivos es garantizar salud, vida y libertad

  • Foto del escritor: Red Actora
    Red Actora
  • 1 oct
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 27 oct

Luis Fernando Cantoral |

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La directora de Ipas Bolivia, Malena Morales, afirmó que la defensa de los derechos sexuales y reproductivos (DSDR) constituye una garantía para el ejercicio pleno de la salud, la vida y la libertad. Las declaraciones fueron realizadas durante un taller organizado por la red de periodistas RedActora, en el que Morales ofreció una mirada integral sobre la importancia de estos derechos como una extensión directa de los derechos humanos.


Morales explicó que los DSDR se fundamentan en la libertad de las personas para vivir su sexualidad y tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva, libres de discriminación, coerción o violencia. Estos derechos, dijo, permiten acceder a educación sexual, planificación familiar y servicios médicos de calidad, lo que fortalece la autonomía y dignidad humana.


En su intervención, recordó que en Bolivia el reconocimiento legal de estos derechos está respaldado por la Constitución Política del Estado, específicamente en el artículo 66. “Son derechos universales, indivisibles e interdependientes, no pueden ser separados de otros derechos humanos, porque están ligados al respeto de la dignidad de cada persona”, enfatizó.


Al referirse a la sexualidad, Morales puntualizó que no debe reducirse únicamente al sexo, al coito o a los órganos sexuales. Retomando la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó que se trata de un fenómeno complejo influido por factores biológicos, psicológicos, sociales, culturales, éticos y espirituales. “La sexualidad atraviesa la salud biológica, psicológica y social; es una dimensión integral de la vida humana”, subrayó.


En cuanto a los derechos sexuales específicos, la directora de Ipas Bolivia mencionó que abarcan el derecho a tomar decisiones libres y responsables sobre la sexualidad, a vivir una vida sin violencia sexual, a disfrutar del más alto nivel posible de bienestar físico y emocional, y al ejercicio libre de la orientación sexual e identidad de género. En este sentido, advirtió que expresiones de afecto en público por parte de la población LGBT no deberían ser vistas como motivo de escándalo.


Respecto a los derechos reproductivos, Morales destacó que implican decidir si se desea o no tener hijos, cuántos y en qué momento, además de contar con acceso universal a servicios de salud reproductiva integrales, oportunos y gratuitos. Recalcó que la calidad de la atención implica detectar posibles casos de violencia, y que la oportunidad es vital en emergencias como la violencia sexual o la interrupción legal del embarazo.


Asimismo, defendió la elección libre e informada de métodos anticonceptivos, señalando que los modernos son más eficaces y accesibles, contribuyendo a evitar embarazos no planificados que muchas veces derivan en abortos inseguros. También remarcó el derecho a un parto humanizado e intercultural, en el que se respete la decisión de la mujer sobre cómo dar a luz, así como la intimidad, privacidad y confidencialidad en la atención médica.


Finalmente, Morales advirtió que persisten formas de violencia reproductiva, como la violencia ginecológica y obstétrica ejercida por algunos profesionales de salud, y subrayó la importancia de erradicarlas. “Defender los derechos sexuales y reproductivos no es una consigna aislada, es garantizar la vida, la salud y la libertad de todas las personas”, concluyó.

 
 
 

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